“A este problema universal está enfrentada la educación del futuro
porque hay una inadecuación cada vez más amplia,
profunda y grave por un lado entre nuestros saberes desunidos,
divididos, compartimentados y por el otro, realidades o
problemas cada vez más poli disciplinarios, transversales,
multidimensionales, transnacionales, globales, planetarios” (Morin, 1999).
Vivimos en una realidad que está conformada por una “comunidad de seres vivos cuyos procesos vitales se relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un mismo ambiente” (RAE, 2019) y que, por la interrelación que tenemos, hacemos surgir diferentes aspectos o facetas que arrojan resultados o consecuencias. Estos aspectos o facetas es lo que conocemos como dimensiones
Así pues, encontramos:
· La dimensión social, que surge de la relación entre personas.
· La política, que rige o aspira a regir los asuntos públicos.
· La cultural, que es el conjunto de modos de vida y costumbres,
conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una
época, grupo social, etc. que incluye el significado y el signo que le hemos
asignado a los otros seres vivos, a lo mineral, a los cuatro elementos que se encuentran en la naturaleza y lo que provocan.
· La dimensión económica, que se refiere a cómo administramos los
recursos y para qué los destinamos.
· La espiritual, que se representa al mundo de las ideas o lo racional.
· La educativa, que es la crianza, enseñanza y doctrina que se le da a
las personas, entre muchas otras. (RAE, 2019)
Los seres humanos, por nuestra capacidad de sentir, interpretar la realidad y transformarla, hemos caído en un grave error en el concepto que tenemos de nosotros mismos respecto de la comunidad de seres vivos de la que formamos parte y de cómo interactuamos desde las diferentes dimensiones. Hemos adoptado ciertas creencias que se han vuelto paradigmas que rigen nuestra conducta hacia lo otro (tierra, flora, fauna, aire, agua) y los otros humanos, y esto ha traído como consecuencia un desastre en los diferentes resultados que se están dando en lo político, cultural, espiritual, económico, educativo y lo social.
Hemos creído desde la modernidad hasta nuestros días (posmodernidad) que somos dueños del mundo, de todo lo que habita en la Tierra y que podemos disponer de todo y todos según nuestras “necesidades”, y esto es una de las razones que están trayendo como consecuencia la crisis multidimensional y lo ya tan anunciado por la ONU: “millones de muertes prematuras por la degradación del medio ambiente”. (ONU Medio Ambiente, 2019)
“La crisis axiológica que estamos atravesando es la más grave que ha sufrido la humanidad en su larga historia… tenemos que realizar un tránsito que jamás ocurrió en el pasado: pasar de programarse para no cambiar y bloquear todo posible cambio de importancia y toda posible alternativa, a tener que programarse para fomentar, mantener y motivar el cambio constante”. (Corbí, 2012)
Edgar Morin menciona que, para que el conocimiento de la realidad y de uno mismo sea pertinente, es necesario que tomemos en cuenta que todos formamos parte de un contexto, de lo multidimensional, de lo global y de lo complejo; no somos separados de lo otro o del otro, sino todo y todos nos posibilitamos la vida, la afectividad, la creatividad, la criticidad, la espiritualidad, la trascendencia, la existencia; que nuestros actos nos van a afectar a mí y a otras dimensiones de manera directa, pues estamos entrelazados.
Una analogía
La realidad de la que formamos parte es como una agujeta: la agujeta no existe sin los hilos que están tejidos entre ellos. Antes de ser agujeta primero son hilos, cada uno con sus propias características, su propia resistencia, elasticidad y su forma, entre otras. Y que al entrelazarse contribuyen a nuestra agujeta (realidad) con sus cualidades para dar los resultados que requerimos: sujetar el zapato y poder caminar, que es el seguir viviendo, pues mientras haya vida hay posibilidades de mejorar, de transformar, de trascender, de optar por aquello que nos ayude no sólo a sobrevivir sino desarrollar nuestros potenciales.
Los hilos representan las diversas dimensiones, que están en inter-retroacciones permanentes con todas las demás, por lo tanto la agujeta es multidimensional. Si no existiera ésta multidimensionalidad, no habría posibilidades, pues cada una ensancha el horizonte de las otras.
Lo global es la agujeta en sí, formada por el conjunto de hilos que están ligados de manera inter-retroactiva u organizacional. (Figura 4)
El hilo que unifica a los demás representa la supervivencia, sin vida se acaba la posibilidad de esta realidad y sin las otras dimensiones ninguna existiría por sí sola.
Las características de cada hilo (de qué material está hecho, su color, su textura, cómo, cuándo, dónde, por quién fue elaborado y su resistencia) son el contexto. Necesitamos, en palabras de Morin: “ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido”.
También la agujeta es compleja. “Complexus significa lo que está tejido junto… hay complejidad cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo… y que existe un tejido interdependiente, interactivo e interretroactivo”. (Morin, 1999)
¿Qué pasa cuando a la agujeta se le cae el hilo que une a los otros al final del tejido? Desaparece la capacidad de supervivencia y afectamos las diferentes dimensiones, quedan sueltas la una de la otra, se daña la interrelación y la interdependencia, lo inter-retroactivo y lo organizacional, sufrimos un desequilibrio que impide el buen funcionamiento de todos como un sistema solidario (Figura 8); ya no somos capaces de transcurrir por las situaciones que éste mismo sistema genera, por las que la vida nos presenta (orificio para sujetar el zapato que representa lo anterior) e irlas superando más fácilmente, al contrario, se profundizan las
crisis. Por lo general uno le pone saliva y trata de hacerlo rollito y forzarlo a pasar por el agujero, dando como resultado que sólo logramos jalar un hilo y la agujeta se frunce y empieza a deshilacharse, ¿no?
Nosotros hemos jalado los hilos de la realidad por separado, dándole más importancia al pensamiento antropocéntrico, a lo económico, a lo político, sin mirar que esto no es lo único ni lo más importante, sino parte del todo y si no trabajamos dándole valor al otro y a lo otro seguiremos frunciendo la realidad y esto seguirá dando como resultado la afectación de todo ser en nuestro planeta y de la Tierra misma.
La solución de ésta crisis depende de que tomemos una nueva consciencia y trabajemos desde lo que somos y hacemos sabiéndonos parte de lo multidimensional, lo global, lo complejo y tratando de entender tanto nuestro propio contexto como el de los otros y lo otro, para que más o menos permanezcamos en equilibrio, para seguir viviendo y no sólo sobreviviendo. Esto es no sólo un derecho sino también una necesidad.
BIBLIOGRAFÍA:
Real Academia Española, disponible en: https://dle.rae.es
Morín, E. , 1999. 7 Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, Cap. II los principios de un conocimiento pertinente, UNESCO, disponible en: http://online.upaep.mx/campusvirtual/ebooks/LosSieteSaberesNecesariosParaLaEdudelFuturo.pdf
ONU MEDIO AMBIENTE, 2019, Cambio Climático y Medio Ambiente, Disponible en: https://news.un.org/es/story/2019/03/1452781
Corbí, M., 2012, 8° Encuentro Internacional CETR, LA CRISIS AXIOLÓGICA RAÍZ DE TODAS LAS CRISIS QUE SUFRE NUESTRO MUNDO Cómo manejarnos con ella, Necesidad de una Epistemología Axiológica, CETR Editorial, Barcelona, España.
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